- Gamas43 es afortunada por poder contar con el permiso del prestigioso coleccionista, fabricante e investigador Michel Sordet que ha tenido la amabilidad de ceder el uso de fotos de modelos de su colección privada. La empresa Payá Hermanos S.A. fue la primera industria juguetera que surgió en Ibi en 1905 y para 1915 ya era la más importante de España. Ya en 1936 tenían un catálogo de 800 juguetes y, como precursores que siempre fueron, en 1948 compraron la primera máquina de inyectado de plástico adaptada a la producción juguetera. Desde los años veinte Payá puso a la venta numerosos coches en miniatura. En los años treinta vendían una serie de coches en lata a la escala 1/38-1/40 con carrocerías intercambiables y cuyos modelos fueron actualizados en los cincuenta. Sus famosos coches en lata se conocen a nivel mundial. De todas las marcas que intentaron, sin éxito, implantar la escala 1/43 como estándar en España (Invicta, Jefe, Cayro, Lira...), Payá fue la primera. Michel Sordet establece que estos modelos se vendieron entre 1955 y 1960. A pesar de la enorme producción de coches de juguete por parte de todas las empresas españolas, el formato 1/43 no se consideró seriamente hasta que lo hizo Dalia a finales de la década.
- Así, en 1955 Payá se animó a lanzar miniaturas en plástico a escala 1/43. Su primer modelo fue una furgoneta Volkswagen que se comercializó en cuatro versiones: furgoneta, microbus, pick-up con carga de carbón en plástico y cisterna "gasolina". Aparentemente se trataba de una copia en plástico de los dos modelos equivalentes de la empresa danesa Tekno. Estaban realizados en plástico (la cisterna de la Ref.3020 era de chapa) con la base de lata prensada. Las ruedas eran una única pieza en plástico con las llantas pintadas y estaban conectadas a un sencillo motor de fricción. El Renault 4CV, una miniatura extremadamente similar a su equivalente francés de Norev, conoció dos versiones. La primera, o puede que simplemente la más lujosa, contaba con motor a cuerda. Sus parachoques, faros y calandra eran de chapa y las llantas de metal. Para el modelo simplificado Ref.328 y el frontal se modificó radicalmente para la segunda versión que no tenía piezas en chapa más allá de la base, y que no tenía motor de fricción. Esta segunda miniatura, la más económica, resulta particularmente fiel al diseño del Renault real y era más acertada que la de Norev en la que teóricamente se basa.
- En esta imagen apreciamos que los bajos de la miniatura en chapa, sujetos a la carrocería por tres remaches, incorporaban los parachoques. Se aprecian también las ruedas con llanta en metal y neumáticos, el piñon que se giraba para dar cuerda al motor y el mando de marcha y apagado. La tracción se transmitía a las ruedas delanteras y el eje de las traseras giraba sobre sí mismo para determinar la dirección de coche. Los modelos se comercializaron en una caja de cartón única para todas las referencias y en la que se ilustraban los distintos modelos de la serie.
- Versión a cuerda.
- El experto español Miguel Pascual Laborda descubrió en un catálogo de Payá de 1958 que este modelo sin motor llevaba la referencia 328, aunque probablemente se distributó en la caja estándar de la Ref.3016.
- El acabado bicolor se conseguía porque la carrocería estaba hecha de dos piezas.
- En las Volkswagen los faros eran insertos en plástico. Este modelo llevaba una carga de carbón.
- La cisterna estaba hecha en dos piezas de chapa litografiada sujetas a pinza a la carrocería.
|